Ha sido una semana muy intensa, llena de celebraciones, empezó el domingo con el día de la madre, no sé si os pasa, pero a pesar de ser una fecha de las que llaman comercial, a mi me encanta tener una excusa para reunirnos toda la familia y celebrar un día especial, así que para esta ocasión tenía que preparar una tarta muy especial con uno de los ingredientes favoritos de mi madre: el ruibarbo.

Así que aprovechando que mi amiga Silvia me regaló ruibarbo fresco, no dudé en hacer un delicioso sirope que sería el acompañamiento perfecto para una tarta de queso, pero no una cualquiera, una tarta de queso sólo apta para los amantes de los sabores intensos, ya que la presencia del queso rulo de cabra magnifica los sabores, el toque de sabor de este queso es muy agradable, se identifica perfectamente pero no protagoniza el bocado sino que intensifica todos los demás, llenando de matices un postre que suele ser bastante más suave que en esta versión.

El ruibarbo es una fruta de la que sólo se consume el tallo, es muy parecida al apio pero con un intenso color rosa, es ácida por lo que su combinación con frutas dulces como la naranja o la fresa es perfecta. En Málaga, debido a la gran colonia británica que vive es relativamente sencillo encontrarlo en el mercado e incluso en las secciones de frutería de los grandes hipermercados, incluso podréis encontrarlo en almíbar aunque este ya no tiene el precioso color rosado del ruibarbo fresco.

Receta de Tarta de Queso de Cabra y Ruibarbo

Tarta de queso de cabra y ruibarbo

(Molde de 15 cm)

100 g de galletas digestive

50 g de mantequilla

225 g de queso crema

150 g de queso rulo de cabra

40 g de mantequilla a temperatura ambiente.

2 huevos

90 g de azúcar

ralladura de 1 limón

zumo de 1/2 limón

pistachos crudos

Derretir la mantequilla y reservar. Moler las galletas hasta hacerlas polvo. Mezclar las galletas con la mantequilla derretida hasta que sea una pasta.

Extender la pasta de galletas en la base de un molde para tartas de fondo desmontable como este. Esparcir la pasta de manera uniforme para que la base nos quede de la misma altura. Meter en el congelador mientras preparas el relleno.

Precalentar el horno a 180ºC.

Mientras, batir con unas varillas el resto de ingredientes: queso crema, queso de cabra desmenuzado y sin corteza, el azúcar, la mantequilla, los huevos, la ralladura y el zumo. Si lo haces con KitchenAid tendrás que usar las varillas y poner velocidad 2.

Cuando estén todos los ingredientes bien integrados tendrás la crema de relleno lista.

Sacar el molde con la base de galleta del congelador y verter la crema de relleno en el interior.

Hornear durante unos 45 minutos o hasta que los bordes de la tarta estén dorados y el centro aún un poco tembloroso.

Sacar del horno y dejar enfriar antes de meter en la nevera.

Sirope de ruibarbo

2 varas de ruibarbo

70 g de azúcar

70 ml de agua

zumo de 1/2 limón

Trocear el ruibarbo en trozos uniformes. Reservar.

Colocar en un cazo el azúcar, el agua y el zumo. Poner en el fuego a temperatura media, cuando empiece a hervir y veas que el azúcar se ha disuelto añades el ruibarbo. Cocer un par de minutos y retirar del fuego.

Servir la tarta con el ruibarbo por encima y pistachos picados, también puedes acompañar cada porción con un poco más de sirope.

Algunos apuntes

*Esta tarta mejora con el reposo, por lo que os recomiendo hacerla al menos 12 horas antes de servirla.

*Si no encontráis ruibarbo podéis acompañarla de mermelada de naranja, de fresas o cualquier sirope dulce. Mientras más contraste más rico os quedará.

*Si hacéis esta misma tarta en un molde de 23 cm como este, sólo tendréis que doblar las cantidades. Si aún no tienes un molde desmontable esta es la ocasión perfecta para hacerte con uno, mis favoritos son estos de Lékué, con la base cerámica y el cinturón de silicona, son muy sencillos de usar y muy muy versátiles.

*El menaje de las fotos es de My Pretty Table, no os perdáis las novedades, llenas de piezas de enamel ¡mis favoritas!