Ya estamos a las puertas del otoño, un momento perfecto para disfrutar de frutas como ciruelas, melocotones, nectarinas… así que es el instante perfecto para hacer todo tipo de crumbles, unos pasteles con una capa crujiente que da un toque fantástico al fundirse con la fruta horneada, son un postre ideal para cualquier cena, se puede dejar horneando y se sirve justo cuando lo sacas del horno con un poco de helado.

Otoño es mi estación del año favorita, me encanta empezar a disfrutar de las tardes en casa con una manta y una buena película, pasear por la playa y como no, de hornear y poder disfrutar nuevamente de la cocina. Así que estaba deseando que bajaran las temperaturas y ponerme a ello.

Ya comencé las recetas otoñales con este bizcocho especiado de calabaza que podéis ver aquí, así que seguimos la senda aprovechando una de las frutas que anuncian el comienzo de esta nueva estación: las ciruelas. Sólo hace falta dar un paseo por cualquier mercado para ver la gran variedad de ciruelas que podemos disfrutar, todas aportan un dulzor y sabor diferente, incluso una acidez exquisita para las tartas, así que esta vez escogí unas ciruelas negras que me iban perfectas para este postre.

Crumble de ciruelas

Receta de crumble de ciruelas

8-10 ciruelas (tu variedad favorita)

200 g de harina

35 g de almendras molidas

1 cdta de levadura

1 pizca de sal

225 g de mantequilla

185 g de azúcar

2 huevos

-Para el crumble

50 g de harina

25 g de almendras molildas

100 g de azúcar moreno

1 cdta. de canela

1/2 cdta. de sal

60 g de mantequilla muy fría

almendras laminadas

Precalentar el horno a 170ºC.

Empezar preparando el crumble.

Mezclar la harina, almendras, azúcar, canela y sal con una espátula.

Añadir la mantequilla muy fría cortanda en cubos y mezclarla con las manos, ir aplastando la mantequilla con los dedos como si desmigaramos pan, terminar cuando estén todos los ingredientes integrados en migas. Reservar en la nevera.

Lavar las ciruelas, partir por la mitad, deshuesar y cortar en láminas. Reservar.

Mezclar la harina, almendras molidas, canela y sal.

Mezclar la mantequilla con el azúcar con unas varillas o en KitchenAid con las varillas en velocidad 2-3, hasta que blanquee.

Añadir los huevos 1 a 1, mezclar hasta que estén integrados.

Por último, añadir la mezcla de harina (con la pala K o espátula). Queda una masa muy cremosa.

Preparar un molde o boles de enamel como estos, son perfectos para servir directamente en la mesa.

Verter primero la masa del bizcocho, colocar las ciruelas laminadas sobre la masa y por último poner el crumble y unas almendras laminadas.

Hornear durante 20-25 minutos si lo haces en boles y unos 40-45 minutos si lo haces en molde grande.

Sacar del horno y dejar que temple.

Algunos apuntes

*Este postre es ideal para tomarlo templado acompañado de un poco de helado y salsa de toffee, aunque si lo hacéis en formato grande, podéis tomarlo en porciones.

*El enamel es perfecto para hornear y servir directamente en la mesa, aquí tenéis mis piezas favoritas de My Pretty Table.

*Este pastel podéis hacerlo con cualquier fruta de hueso como melocotones, nectarinas, ciruelas claudia o como en mi caso, con ciruelas rojas, son mis favoritas y me encanta el dulzor que da a los horneados.

*Hago la salsa de toffee express con caramelos werthers original y un poco de nata, lo caliento al baño maría y lo sirvo de inmediato, no es la mejor pero es perfecta si tienes una «urgencia».

*Desde hace unas semanas hago todos mis bizcochos con la batidora de mano de KitchenAid, sólo puedo tener buenas palabras, me encanta, da una textura perfecta a las masas gracias a su doble brazo, si no tenéis espacio para el robot, esta es una opción buenísima, me declaro «muy fan»!!! (podéis verla en EnJuliana)

*Las cucharitas que veis en la foto son acrílicas y creo que todo sabe mejor con ellas…jajajaja… al menos eso digo siempre que las utilizo, podéis verlas todas en My Pretty Table, no perdáis la ocasión de conseguir algunas, por cierto, sé de buena tinta que la colección de Navidad está a punto.